
Según expertos de la industria, El Salvador, conocido por ser el primer gobierno en aceptar Bitcoin como efectivo legal, sigue aumentando sus tenencias de Bitcoin sin ir en contra de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según datos de blockchain de la Oficina de Bitcoin de El Salvador, durante la semana anterior al 27 de abril, el Tesoro Nacional adquirió siete bitcoins por un total de más de $650,000. Las autoridades confirman que el país sigue cumpliendo con los requisitos del FMI a pesar de las adquisiciones en curso.
Durante una conferencia de prensa celebrada el 26 de abril, Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, afirmó que El Salvador está cumpliendo con sus obligaciones en virtud del acuerdo de 2024. "Puedo confirmar que siguen cumpliendo con su compromiso de no acumular bitcoins por parte del sector fiscal en general, que es el criterio de desempeño que tenemos", declaró Valdés. Subrayó que, más que la política sobre bitcoins, el programa del FMI se centra principalmente en reformas estructurales, gobernanza y transparencia.
Firmado formalmente en diciembre de 2024, el acuerdo de préstamo de 1.4 millones de dólares entre El Salvador y el FMI exigía que Bitcoin se eliminara como dinero en efectivo legal y que se prohibiera a las entidades gubernamentales acumular Bitcoin. Sin embargo, interpretaciones matizadas del acuerdo podrían permitir la adquisición de Bitcoin a través de canales no gubernamentales.
La "interpretación flexible" del FMI permitiría compras a través de empresas privadas o reclasificadas, según la autora y experta intergubernamental en blockchain, Anndy Lian, lo que permitiría a El Salvador mantener su posición favorable a Bitcoin sin incumplir los requisitos técnicos. "Este enfoque alternativo permite a El Salvador mantener su imagen favorable a Bitcoin, a la vez que asegura financiación crucial del FMI para abordar la deuda pública insostenible y las reservas limitadas", afirmó Lian.
Añadió que el creciente conflicto entre la innovación financiera y los marcos económicos convencionales se ve subrayado por el enfoque dual de El Salvador. «La experiencia de El Salvador ofrece valiosas lecciones para las naciones que exploran la adopción de criptomonedas, enfatizando la necesidad de marcos regulatorios sólidos y capacidad institucional para desenvolverse en la dinámica financiera internacional», afirmó Lian.
La estrategia de El Salvador puede servir de modelo para otros países que estén pensando en incorporar activos digitales a sus políticas nacionales mientras interactúan con instituciones financieras internacionales, ya que logra un equilibrio entre el fervor de Bitcoin y los requisitos del FMI.