David Edwards
Tras un acuerdo de 505 millones de dólares con el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), el exchange de criptomonedas OKX, con domicilio en Seychelles, ha regresado formalmente al mercado estadounidense con el objetivo de restaurar sus operaciones e imagen bajo un cumplimiento regulatorio más estricto.
Roshan Robert, exdirector de Barclays, fue nombrado nuevo CEO de OKX en EE. UU. en una publicación de blog oficial el 16 de abril. La noticia llegó al mismo tiempo que se presentaron OKX Wallet y un nuevo intercambio centralizado de criptomonedas, y se estableció una oficina regional en San José, California.
"Hoy, me complace anunciar el lanzamiento del intercambio de criptomonedas centralizado de OKX y de OKX Wallet en los Estados Unidos", afirmó Robert.
Subrayó que los usuarios actuales de Okcoin, que se migrarán a la nueva plataforma, disfrutarán de una mejora significativa en su experiencia de usuario. Entre las ventajas se encuentran una mayor liquidez del mercado, menores costos de transacción y herramientas de trading sofisticadas.
Para garantizar una experiencia de incorporación segura y sencilla, el relanzamiento en EE. UU. está previsto por fases. Más adelante, en 2025, se prevé un lanzamiento a nivel nacional, lo que demuestra la dedicación de OKX al crecimiento gradual.
OKX prometió integrarse con bancos regionales y admitir criptomonedas populares como Bitcoin (BTC), Ether (ETH), USD Tether (USDT) y USD Coin (USDC) como parte de su nueva oferta en EE. UU. La firma de ciberseguridad Hacken, que aún no ha emitido un comunicado público, confirmó las evaluaciones mensuales de prueba de reservas de la compañía.
La billetera OKX está diseñada para ser compatible con 130 blockchains y ya está disponible para usuarios en Estados Unidos. Gracias a su agregador de intercambio descentralizado (DEX), los usuarios pueden acceder a más de 10 millones de tokens de redes como Base, Solana y Ethereum.
Tras un período de inestabilidad regulatoria, OKX ha regresado al mercado estadounidense. La plataforma se declaró culpable de operar una empresa de transferencia de dinero no registrada, infringiendo las normas antilavado de dinero de EE. UU., y llegó a un acuerdo con las autoridades federales a principios de este año. OKX aceptó perder $421 millones en ingresos, principalmente de clientes institucionales, y pagar $84 millones en multas como parte del acuerdo, anunciado el 24 de febrero.
