La fiscal general de Nueva York, Letitia James, refuerza la represión de las criptomonedas con un acuerdo Génesis de 2 mil millones de dólares
By Publicado el: 16/05/2025

Wintermute, firma londinense de trading algorítmico, inauguró su sede estadounidense en Nueva York, lo que marca una expansión estratégica en el mercado estadounidense. Esta decisión se alinea con la evaluación de la compañía de un entorno regulatorio más favorable para los activos digitales en Estados Unidos.

El 15 de mayo, el director ejecutivo de Wintermute, Evgeny Gaevoy, enfatizó el compromiso de la firma de contribuir al desarrollo de un marco regulatorio integral para los activos digitales. "A medida que Estados Unidos adopta una postura más constructiva sobre los activos digitales y se acelera la adopción institucional, establecimos rápidamente nuestra presencia en la ciudad de Nueva York", declaró Gaevoy. Además, señaló que la experiencia de Wintermute la posiciona para ofrecer información valiosa a los legisladores en el Capitolio.

En el contexto de su expansión en EE. UU., Wintermute nombró a Ron Hammond Director de Políticas y Defensa. Hammond cuenta con casi una década de experiencia en políticas de criptomonedas, tras haber sido Director Sénior de Relaciones Gubernamentales en la Asociación Blockchain y responsable de políticas del representante estadounidense Warren Davidson. Cabe destacar que fue autor de la Ley de Taxonomía de Tokens de 2021, una iniciativa bipartidista para brindar claridad regulatoria a los activos digitales.

Hammond expresó su entusiasmo por su nuevo rol, afirmando: “Con el clima regulatorio en los EE. UU. volviéndose más constructivo, vemos una gran oportunidad para fomentar la innovación responsable y profundizar el compromiso con los responsables políticos y las partes interesadas de la industria”.

La expansión de Wintermute en EE. UU. se produce en medio de una tendencia más amplia en la industria, con al menos ocho importantes empresas de criptomonedas, incluidas Binance.US, eToro, OKX, Nexo, Circle, Crypto.com y a16z, anunciando iniciativas de crecimiento en EE. UU. en 2025. Estos movimientos se atribuyen en gran medida a la anticipación de pautas regulatorias más claras bajo la administración actual.

La colaboración de la firma con los reguladores estadounidenses ya está en marcha. Wintermute se ha reunido con el Grupo de Trabajo sobre Criptomonedas de la SEC para brindar información técnica sobre las nuevas iniciativas legislativas, lo que subraya su enfoque proactivo para definir el futuro de la regulación de los activos digitales.

Mientras tanto, el panorama legislativo de las monedas estables en EE. UU. se mantiene dinámico. La Ley de Transparencia y Responsabilidad de las Monedas Estables para una Mejor Economía de Libros Mayores (STABLE), cuyo objetivo es establecer un marco regulatorio para las monedas estables de pago, fue aprobada por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes en abril con 32 votos a favor y 17 en contra, y está a la espera de la votación del pleno de la Cámara.

Por el contrario, la Ley Orientadora y Establecedora de Innovación Nacional para las Stablecoins Estadounidenses (GENIUS) del Senado sufrió un revés el 8 de mayo, al no conseguir los votos necesarios para avanzar. El avance del proyecto de ley se vio obstaculizado por la preocupación por posibles conflictos de intereses, en particular relacionados con la participación del presidente Donald Trump en diversas empresas de criptomonedas, incluyendo el lanzamiento de una moneda meme y una stablecoin a través de World Liberty Financial.

A pesar de estos desafíos, continúan los esfuerzos bipartidistas para perfeccionar la Ley GENIUS, y los senadores Gillibrand y Lummis expresan optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un consenso que aborde las consideraciones éticas y fortalezca las protecciones al consumidor.

La expansión estratégica de Wintermute y su compromiso activo con las políticas reflejan un impulso más amplio de la industria hacia la integración en el mercado estadounidense, impulsado por la creciente claridad regulatoria y el interés institucional en los activos digitales.